martes, mayo 04, 2010

A QUÉ ME SUPO TU BESO

No tengo aún la respuesta…

Es como tratar de interceptar a la lluvia humedeciendo mis labios
Detallar a qué sabe tu lengua acariciando la mía.
Explicar el contacto de la menta sobre una piel sedienta
Y satisfacer los cinco sentidos con solo rozar tu boca.

Fue conferir al poeta entrometerse en tu aliento,
Como sentirse abrigado en abril, siendo primavera.
A saciar la sed que provocas cuando no se siente el viento,
Y sentirme naufragar descubriendo mil deseos.

Me supo a anís y licor del bueno
Me supo a mar y deseo
A garrafas de agua dulce
A ternura colgada a tu cuerpo.

Creo que a eso… a eso supo tu beso.

José Luis de la Cruz Vallejo

ARTERA LUNA


SUCEDIÓ EN ESA NOCHE DE MAYO en la que el cielo negro se advertía nítido y estrellado desde cualquier parte.

Estábamos ahí juntos, en esa plaza de siempre, reíamos como locos de todo y de nada.

Y brotó ella, sin que nadie la llamara, redonda y tierna, salpicada de brillo y sonriente como siempre; era la misma luna que habíamos adoptado como nuestra desde hacía ya algo de tiempo.

Al tiempo de un beso lánguido y hondo toqué su corazón y percibí que murmuraba algo que no comprendí.

Un beso, dos más… unas caricias y no se cuántos abrazos palpitantes vinieron después.

¿Para qué ahondamos más? Al otro día se desvaneció de mi vida…

La luna no se aventuró a salir ni por mera curiosidad.

Atribuyo que conspiraron y se escabulleron para no volver jamás.


José Luis de la Cruz Vallejo