martes, diciembre 04, 2007

Tribulación urbana

EL DESEMPLEO le cala tanto como el invierno.

Rasca el bolsillo pretendiendo encontrar esta vez una moneda, no desea llegar a casa con las manos vacías. ¡Y lleva ocho meses así!

Ahumada, Huérfanos… cada calle exhibe su fatigado andar.

Los portazos en las narices son ya familiares.

La inutilidad pretende dominarlo, pero la decencia irrumpe desde no sé donde cuando siente fenecer.

Porqué agitarse, el mañana traerá sus propios desasosiegos: Mañana peregrinará por las arterias del Centro de Santiago de Chile. Llevará los avisos del periódico labrados en su mente. Tendrá el hambre de un trabajo que le confiera dignidad tatuada en el espíritu.

José Luis de la Cruz Vallejo
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